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Arquitectos: Coonvite
- Área: 150 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Yeferson Bernal Santacruz
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Proveedores: Alfa, Argos, Arkos, Comprecolor, Homecenter, Tienda del triplex
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa de Montaña. “Domesticar la montaña, hacerla parte del proyecto de vida familiar, una casa biofílica”. La montaña, un lugar para construir un hogar. La casa se ubica en la cordillera occidental de los andes colombianos, en zona rural entre la ciudad de Medellín y el municipio de Guarne en el altiplano oriental antioqueño, con un clima tropical húmedo con temperaturas promedio de 14 °C y humedad relativa de hasta el 89%. Los bosques, la agricultura, la relación visual entre mesetas configuran un paisaje diverso en tensión entre la conservación natural y la apropiación cultural del territorio, esto lo hace ideal para familias y habitantes jóvenes que están tomando la decisión de hacer vida en la montaña, buscando opciones sostenibles en equilibrio con los ecosistemas.
Un postulado ecosistémico para una casa de montaña. 1. Palafitos para situarse y levantar la casa sobre la topografía con un mínimo movimiento de tierra, permitiendo que el agua fluya sin que la arquitectura de la casa sea una contención hídrica en la montaña, promoviendo a su vez que la cotidianidad biodiversa conviva, pues no interrumpe la conectividad ecológica del suelo y facilita que el espacio entre la casa y el suelo sirvan de refugio en diversas circunstancias.
El sistema palafítico hace parte de las técnicas constructivas ancestrales para habitar la montaña. En la zona cafetera colombiana, en muchas de las fincas eran palafíticas por lo escarpado de la topografía, los bajos de las casas se usaban para mantener animales o como espacio para dormir los recolectores en temporadas de cosecha, esta forma de situarse en la montaña permite establecer relaciones ecológicas que domestican la relación entre la naturaleza y la familia.
2. Esqueletos polivalentes, el sistema arquetípico de columnas y vigas que determinan los elementos estructurales que liberan las superficies y el espacio. En la casa el esqueleto metálico (vigas y columnas) permite la modulación por etapas de la construcción, conformando 3 módulos. Cada uno de 50m2 conectados por puentes transparentes. Los esqueletos se adaptan al uso de diferentes materiales tipo mampostería, maderas, láminas metálicas, placas superboard, posibilitando que con las etapas de construcción se evalúen rendimientos y se experimenten materiales para mejorar costo beneficio etapa por etapa.
Entre columna y columna se modula luces de 2.5m a 4.5m y alturas libres de 4.5m, esto configura una base estructural fuerte pero flexible para las adecuaciones del día a día del habitante sin que afecte el esquema espacial principal. El esqueleto permite hacer más en el tiempo, transformarse sin que sea traumático para la arquitectura. La polivalencia estructural es el marco que permite la identidad creativa e inquieta de sus habitantes, entendiendo que los habitantes son una familia de diseñadores industriales.
3. La geometría de cubiertas configuran un sistema a dos aguas con una diferencia de alturas en el caballete entre un plano y el otro para confirmar un tragaluz corrido de cubierta. Las aguas permiten la recolección de agua lluvia en los extremos; los ángulos permiten la instalación de paneles solares; el direccionamiento de los módulos según la incidencia solar, más la proporción al interior y la separación del plano de la casa del suelo, permiten que la percepción térmica sea cálida equilibrada; la geometría de las cubiertas enmarca y magnifica las atmósferas domésticas de la casa. La arquitectura vernácula de la casa de montaña colombiana se caracteriza por sus cubiertas cóncavas con aleros, logrando un manejo funcional de las aguas, pero también el mantenimiento y la regulación termodinámica de las fachadas. Estos aleros se convierten en espacios intermedios, jardines de flores y refugio del sol o la lluvia. Las cubiertas y los aleros son parte de la identidad cultural del hábitat montañero.
4. Los espacios intermedios flotados, la huella de la casa flotada en palafitos es un espacio intermedio que sirve como refugio de la biodiversidad, sin que esto sea una problemática de la convivencia entre la familia y su vecindario biodiverso. El acceso flotado como plataforma metálica tipo rejilla técnica, deja ver el suelo natural para ingresar al interior de la casa sin perder la relación con el exterior, balcones en voladizo que expanden la sensación del interior al permitir ver el paisaje de cerca y de lejos enmarcando el panorama según la dirección de los módulos en una vista de 180 grados, los puentes transparentes conectan los tres módulos de la casa estableciendo una relación con el exterior útil porque funcionan como radiadores de calefacción para la casa y su transparencia permite una visual que traspasa entre la casa y el paisaje. Un pequeño invernadero es el espacio de bienvenida, una bienvenida tipo laboratorio “bienvenida a un hogar que está adentro y afuera” como un gesto casi escultórico de transparencia y calidez, en este se ubican algunos semilleros y las plántulas con las que se está desarrollando el paisajismo del proyecto.
5. El tiempo y el habitar, la casa representó el inicio de un proyecto doméstico en la montaña, un proyecto familiar de sujetos creativos por vocación y formación (diseñadores), su premisa para el diseño fue que la casa los dejara ser y se construyera con ellos en el tiempo, por eso la casa se configura como un sistema industrial de estructura metálica y esquema espacial flexible que determine el confort máximo para la habitabilidad y que permite la transformación en el tiempo, la aparición de dispositivos para el guardado, mansardas, incluso un nuevo módulo si se considera necesario. La arquitectura progresiva le da forma al tiempo para la apropiación libre del habitar, es una estrategia que libera el imaginario arquitectónico de su vanidad y se conjuga con las necesidades ambiguas, complejas del habitar. Un imaginario más empático y contextualizado, la casa de montaña no es el fin de la imagen, sino el medio para ir configurando un imaginario ecosistémico de la producción del espacio doméstico, en búsqueda constante por la armonía en la cordillera occidental de los andes colombianos.